En los años 1989 y 1990 el grupo de dominicas y dominicos que trabajaban en Verapaz tuvieron dos encuentros de estudio sobre el Sacramento de la Reconciliación. Con amplias encuestas y entrevistas realizadas en las comunidades, se reunieron a reflexionar sobre la práctica y forma de entender el sacramento entre los q’eqchi’es y achi’es, comunidades donde tenían presencia entonces.
Este trabajo representa, entonces, a comunidades de Cubulco, Rabinal y San Miguel Chicaj, en Baja Verapaz, así como a Senahú, La Tinta, Panzós, Telemán, Cahabón-Lanquín en Alta Verapaz.
Las comunidades tenían una riqueza enorme en el campo de la reconciliación. Hoy tienen menos. El lamento y crítica que encierran algunas frases como la de este anciano: “Ahora confesamos al padre nuestros pecados, pero la comunidad no sabe si ya se confesó y si se reconcilió con la comunidad. O sea, que anteriormente cuando no había padre, si había confesión y había perdón y penitencia”, nos obligan a poner mayor atención a este campo que hemos resuelto, demasiado sencillamente, con la sustitución e imposición de un rito nuevo.
El Centro Ak’Kutan viene reflexionando estos últimos años sobre los campos de la inculturación en la Iglesia Local. Uno de estos campos es el de la celebración o liturgia. También la diócesis de Verapaz está escribiendo criterios comunes para la celebración de los sacramentos. Por su parte la sociedad guatemalteca se encuentra muy necesitada de reconciliación a todo nivel. Nos parece un buen momento para reflexionar con mayor profundidad en el Sacramento de la Reconciliación.
Con la esperanza de que este material ayude a los agentes de pastoral a encontrar mediaciones para celebraciones de la reconciliación teniendo en cuenta las fortalezas de la propia cultura es que desempolvamos este material.