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Texto
El baile, como los rituales y celebraciones, son espacios y momentos importantes en la vida de los pueblos. El baile entre los mayas no es un simple momento de esparcimiento o distracción que se hace por gusto o para olvidar las penas como para la gente de las ciudades. Es un ritual, un acto religioso que exige larga preparación y participación de mucha gente. Por eso son lugares frecuentes y favoritos también de los estudiosos.
Jaime no es un estudioso oficial sino un joven misionero filipino. Vino a Guatemala con la claridad y entrega de quien sabe que quiere insertarse entre la gente y así se fue a vivir en las comunidades rurales de la parroquia de El Calvario de Cobán. Vivió varios años como acompañante Misionero de la Congregación del Inmaculado Corazón de María entre los kekchíes. Se le presentó la oportunidad de participar como danzante en La Danza del Venado, se le concedió el permiso y danzó.
El texto que hoy presentamos narra la experiencia que Jaime Doctolero tuvo entre los kekchíes de Alta Verapaz en el año 1997. También contiene la reflexión y estudio que posteriormente hizo al respecto, cuando volvió a su país para terminar sus estudios académicos y presentó parte de este trabajo sobre la danza en una universidad filipina y con ella obtuvo el grado de M. A. en teología.
Esta tesis, “retrabajada y traducida”, nos la hizo llegar para devolverla al lugar donde salió. Con este interés y con el de ponerla al alcance de quienes están interesados en conocer mejor el mundo kekchí, esta vez a través de la celebración de la Danza del Venado, la ofrecemos como Textos Ak’ Kutan.
