Rescatando La Memoria Del Camino

El material que se encuentra en esta publicación está enmarcado en una temática más amplia sobre la “Configuración del proceso de inculturación e Iglesia autóctona en nuestro contexto de Verapaz” que, como Centro Ak’ Kutan, venimos desarrollando. Además de otros temas como los ministerios, liturgia, espiritualidad… también la historia, lejana y próxima, es importante para seguir haciendo el camino. Consideramos una necesidad, en el proceso de inculturación, conocer la historia de la Iglesia particular y su pueblo. Desde este contexto se entienden las páginas siguientes.

 

En este Materiales n. 14 encontrará retazos de la historia última de esta diócesis de Verapaz, desde la restauración de la diócesis en el siglo pasado. El historiador Rafael Melgar hizo una investigación para su tesis de grado hace unos años. Monseñor Gerardo Flores nos da su visión personal como obispo de esta diócesis por más de veinte años. Carlos Berganza ha disfrutado y sufrido la historia de Baja Verapaz durante los últimos treinta años. Ennio Bossú nos presenta a uno de los personajes más relevantes de la historia última de esta diócesis, el P. Esteban Haeserijn. Alfonso Huet vivió muy de cerca las calamidades de los años ochenta desde su puesto al frente de la Pastoral Social de la diócesis. Y Jesús Tapuerca nos presenta una síntesis de la diócesis como miembro de lo que se dio en llamar la “comisión de los 20”. Como final transcribimos algunos de los aportes de los participantes en el taller.

 

Intentamos aportar materiales para ir haciendo la Historia de la Diócesis de Verapaz. No son estudios terminados; tanto la etapa de la violencia, como la participación de las distintas congregaciones religiosas, o la de los laicos organizados demandan mayor profundización. Ayudará el que algunas congregaciones van publicando su propia historia, así como lo publicado del tiempo de Monseñor Gerardi.

 

Agradecemos a todos los que participaron en este trabajo. Ojalá hagamos falsa la apreciación del historiador Gustavo Palma: “en Guatemala no se quiere conocer la historia”.