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Es frecuente oír a quienes trabajan en las comunidades, desde iglesias, instituciones del gobierno o no gubernamentales, que la tarea está difícil: “divisiones”,“desconfianzas”,“baja autoestima”,“ruptura del tejido social”… los años de violencia pasados han dejado profundas heridas en algunos hermanos, muy divididas algunas comunidades y una especie de cultura de violencia a nivel nacional.
La “Firma de la Paz”, con sus acuerdos, no fue un decreto que solucionó las secuelas de los horrores del pasado. La Paz no se decreta ni se gana en la guerra, se construye entre todos, sanando heridas y reconciliándose personas, familias, clases sociales, culturas y religiones.
No son pocos los que piensan que cualquier trabajo social, cultural o religioso con las comunidades pasa por un tratamiento o un tener en cuenta la reconciliación y la construcción de la Paz.
El Centro Ak’ Kutan, sintonizando con estos pensamientos, organizó, durante la segunda quincena del mes de agosto, un Coloquio-Taller, bajo el título RECONCILIACION Y CULTURA, con personas preocupadas y ocupadas en el tema. Lo que tiene en sus manos, amigo lector, es el resultado de dicho esfuerzo.
Claudia Estrada, actualmente trabajando en OEA pro Paz, partió de las recomendaciones de la CEH y REMHI; Leopoldo Méndez, del Centro Maya Saq B’e, nos habló de la concepción maya del pecado y del perdón; Fernando Suazo, con larga experiencia en pastoral de la reconciliación, hace una lectura evangélica desde las víctimas y propuestas pastorales; Carlos Aldana, quien trabaja en el Proyecto de Paz de la UNESCO, propone criterios y pasos para construir la paz.
Pero son muchos los que hoy hablan de la paz con criterios muy diferentes. Hay quienes proponen olvidar, pasar la página y construir algo nuevo. No es posible construir revolviendo el pasado. Quisimos conocer también experiencias, trabajos y situaciones concretas en el campo de la reconciliación. Ma Feliciana Ujpan Mendoza, de la Pastoral de la Mujer de la Diócesis del Quiché, Rosario Celis, responsable de REMHI en Verapaz y Leonardo González, de la Diócesis de S. Cristóbal de las Casas, Chiapas nos comparten luces y sombras del camino recorrido.
Si algo nos ha quedado claro es que la reconciliación es un proceso largo y difícil que pasa por la verdad, la justicia (reparación) perdón-arrepentimiento y, al final, quizás se dé la reconciliación. O la conciliación, porque, como dice Carlos Aldana, en este país muchos nunca estuvieron conciliados.
Fernando, parafraseando a teólogos europeos, se pregunta si se puede seguir creyendo en Dios después de Panzós o Plan de Sánchez. Y propone que la Iglesia Católica traduzca, en nuestro medio, su opción por los pobres por la opción por las víctimas. Ahí, en la opción por las víctimas, nos encontraremos todos los que trabajamos, desde distintas trincheras o instituciones, distintas ideologías, culturas o iglesias. Los participantes en el Coloquio, mayoritariamente pertenecientes a la Iglesia Católica, quisimos hacer propuestas concretas donde nos sentimos implicados dando cauce práctico a nuestras inquietudes y reflexiones.
Con esta publicación el Centro Ak’ Kutan quiere contribuir a reflexionar, animar y dar pasos en el largo camino de la reconciliación de todos los guatemaltecos y guatemaltecas. No tener claridad en todo el proceso no nos exime de comenzar a conocer la verdad, a reparar, a perdonar o a tener arrepentimiento.