Mitos y Relatos Indigenas

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Texto

El lenguaje humano, como vehículo de comunicación, se concretiza en variadas expresiones, como palabra hablada, escritura, arte, gesto, rito… Cuando el lenguaje revela el pensamiento, vivencias y sentimientos se hace evidente en las categorías mítico-simbólicas y lógico-racionales. No son formas excluyentes, sino distintas, pudiendo existir en la misma persona y grupo humano. Ambas tienen su densidad y validez y, a fin de cuentas, son maneras de aprehender el sentido del misterio, del ser humano y su interrelación. Concepto y razón, mito y símbolo son constitutivos de la persona. En la actualidad lo mítico es parte substantiva de un gran sector de la humanidad.

 

“El mito es un relato factual y, en cierto modo, inverificable. Pero más allá de su simbolismo, conlleva un valor explicativo profundo, una coherencia interna que hay que esforzarse por entender”. “El mito es un relato de acontecimientos fundamentales acaecidos en el origen”. “El mito es un recurso que trata de explicar la realidad de las cosas, que fortalece la identidad, pertenencia y sociabilidad de un grupo o pueblo”. Son algunas de las numerosas definiciones que se le han dado.

 

La función del mito es integrar al ser humano a la naturaleza, ubicarse en la realidad y garantizar al hombre una existencia que, por otro lado, está siempre expuesta a la inseguridad, sufrimiento y muerte. Presenta, con frecuencia, un horizonte utópico; responde a cuestiones que se plantea el ser humano, revelando y proponiendo modelos de conducta: modelos ejemplares que se hacen visibles y renovados en los ritos (según Van de Leeow el rito es un mito en acción, una forma de incorporarse y participar en el mundo de lo sagrado). Es por ello que el mito mantiene una estrecha relación con lo sagrado. El mito, en fin, es un recurso etiológico

 

Hay que distinguir los relatos míticos de otras expresiones del pensamiento, como la leyenda, el evento, la fábula, pues éstos no enfatizan la sacralidad y perspectiva primordial de aquéllos.

Textos Ak’ Kutan ofrece a sus lectores una publicación de relatos míticos de algunos pueblos indígenas de América Latina. Mitos que siguen siendo compartidos e interpretados por los propios pueblos, porque “los mitos deben ser narrados, relatados, de manera que el ser humano tome conciencia de la realidad”. Esta necesidad narrativa no es simple recordatorio, sino una actualización, una vivencia de lo relatado, siempre que la persona o el grupo se involucre como renovación de lo sagrado -tiempo y espacio-. De ahí la inmersión vital en los ritos, como fisonomía visible de modelos y relatos míticos.

 

En la presente publicación ofrecemos la transcripción de relatos míticos que tuvimos oportunidad de saborear en el IV Encuentro de Teología India, celebrado en Asunción, Paraguay (6-10 mayo 2002), como parte del proceso de comunicación, encuentro y fortalecimiento de la memoria, presencia y futuro de los pueblos originarios. Agradecemos a los organizadores del Encuentro la oportunidad que nos dan de su publicación en Textos Ak’ Kutan.

 

Puede que alguno de los relatos que presentamos haya sido publicado en otros ensayos. Pedimos disculpas por la reiteración. Pero consideramos que era conveniente divulgarlos como expresión de narraciones que siguen siendo relatadas y que influyen en la vida de los pueblos indígenas. En el Encuentro de Asunción estos relatos fueron analizados e interpretados por los participantes desde la perspectiva de “Fortalezas y Amenazas que en el presente viven los pueblos indígenas”. Tomamos la decisión de publicar únicamente los mitos y relatos. Por fidelidad a los informantes y relatores, hemos mantenoido el castellano en que se expresan.

 

Para una mejor facilidad e interrelación, hemos agrupado los textos por regiones geográficas donde actualmente viven los pueblos: Mesoamérica, Andina, etc… Se añaden algunos datos, en las notas a pie de página, para identificar los pueblos. Confiamos, en fin, que esta publicación nos ayude a valorar la memoria, el pensamiento y el horizonte de futuro de los más de cincuenta millones de indígenas que viven en la actualidad en América Latina.