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Texto
El Pentecostalismo es una realidad en la Iglesia actual que no se puede seguir ignorando. Aparte de si gusta o disgusta, si crea conflictos y problemas a las comunidades o favorece avivando el espíritu de las gentes, todo agente de Iglesia tiene que replantearse sus actitudes frente a él y hacerse planteamientos nuevos.
Hasta hace cincuenta años América Latina era considerada por la mayoría de la gente como un continente católico y por algunos como continente de “cultura católica”. Desde esa perspectiva las sectas, el protestantismo y cualquier otra religión o grupo religioso que apareciera era considerado como creador de la división y enemigo. Actualmente no parece objetivo seguir manteniendo este planteamiento, tampoco las actitudes.
José Antonio Fernández Quevedo, dominico español, después de veinte años de servicio pastoral en Centroamérica, ha querido hacer un estudio serio sobre el PENTECOSTALISMO en la región por las implicaciones que tiene en las conciencias y trabajo apostólico. De su extenso y académico trabajo hemos tomado lo que nos ha parecido más útil para agentes de pastoral.
En el capítulo segundo encontrará el lector una síntesis clara de la doctrina y la vivencia del pentecostalismo. El capítulo tercero recoge pronunciamientos y posturas de la Iglesia Católica –Papa, CELAM, Conferencias Episcopales de Centroamérica- de los últimos años sobre el Pentecostalismo. Y el capítulo cuarto es un fino análisis de los desafíos que el Pentecostalismo plantea a la Iglesia católica en Centroamérica con propuestas y pautas para la acción pastoral.
Por falta de espacio y atención a una lectura más fácil para el lector hemos suprimido dos capítulos sobre raíces y proceso histórico y hemos rebajado al mínimo las citas bibliográficas y a pie de página.
Nuestro agradecimiento a José Antonio por su comprensión al aceptar estos cambios y recortes en su trabajo y por su generosidad al entregarnos su material desinteresadamente.
Con este Textos Ak’ Kutan n. 16 esperamos contribuir en algo a la reflexión de este tema que está causando ya serios problemas en los agentes, familias y especialmente en las comunidades campesinas. Confiamos que la Iglesia católica pueda leer esta nueva realidad como nuevos desafíos que se le presentan a su vida y acción y sepa hacer nuevas propuestas pastorales.
