
La Interculturalidad es un concepto que se viene manejando en distintos ámbitos de la realidad nacional, como el educativo, y es, sobre todo, una demanda y reclamo por parte de los pueblos indígenas de este país porque consideran que la Guatemala pluricultural, multiétnica y multilingüe no pasa de ser un distante respeto, o dejar vivir a cada quien en sus costumbres, con una fuerte dosis de desinterés e ignorancia del otro.
La religión ha sido habitualmente una respuesta a las necesidades espirituales de los pueblos y del ser humano. Últimamente algunos sectores de la sociedad ven las religiones más como un problema que como una respuesta o solución para la convivencia y la paz entre los pueblos. Entre nosotros, aunque el problema sea más entre iglesias cristianas, es frecuente oír a la gente de las comunidades “que se pongan de acuerdo entre ellos”, quejándose de las divisiones y confusiones que se les ocasionan.
El diálogo interreligioso es una necesidad para nuestra sociedad moderna, pero para nosotros es también un imperativo de nuestra fe cristiana. El Papa Juan Pablo II decía que el diálogo interreligioso se inserta en la misión salvífica de la Iglesia y ninguna iglesia particular esta exenta de esta obligación.
Como Iglesia necesitamos pensar también sobre los retos de la interculturalidad. Para tener una palabra a nivel sociedad, sin duda; pero, también para manejar esta realidad a nivel interno. ¿Cómo propiciar la mutua relación de los diversos pueblos en las estructuras y ámbitos de nuestra Iglesia?
El Material que presentamos es el producto de dos talleres realizados durante el mes de mayo y julio pasado. El primero sobre la Interculturalidad y el segundo, ya habíamos tenido uno anterior sobre diálogo en general, sobre el Diálogo Interreligioso maya cristiano.