A los Diez Años

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La mayoría de los documentos da la Iglesia pasan desapercibidos para la gran población. Algunas veces logran llamar la atención de algún sector o de los medios de comunicación,  incluso provocando reacciones airadas, por el momento en que aparecen o por la temática que abordan, pero pasan al olvido muy pronto.  Quedan después únicamente para las bibliotecas y para citas de los eruditos.

 

Algo así ha ido ocurriendo, aunque esta vez más lentamente por los acontecimientos socioculturales posteriores que la favorecieron, con la Carta pastoral colectiva de los obispos de Guatemala “500 años sembrando el Evangelio” de agosto de 1992.

 

Diez años después de su publicación, quienes nos movemos en la temática de la carta pastoral, nos resistimos a que se quede en el olvido, porque opinamos con los obispos que la firmaron que no se trata de un pronunciamiento más de la jerarquía católica ante un acontecimiento o situación del país, sino una “opción pastoral” que hizo la iglesia de Guatemala para aplicar a su territorio la nueva evangelización propuesta por Juan Pablo II para toda la iglesia (9,2).

 

Si de una opción pastoral se trata, parece oportuno, diez años después, tomar el pulso a lo que se ha hecho y lo que se ha dejado de hacer, aciertos y errores cometidos, nuevas situaciones que demandan reacomodar políticas y estrategias.  El Centro Ak’ Kutan se sentirá muy satisfecho si lograra colaborar con esta publicación a que la iglesia de Guatemala retomara su definición y sus acciones pastorales del año 1992.

 

Jesús Tapuerca nos recuerda que la inculturación no es un tema que se puso de moda y ya pasó, sino que en ella se juega la iglesia su propia identidad y no ha sido asumida formalmente.

Luis Miguel Otero nos presenta el documento y hace un recuento de lo logrado y también de lo no alcanzado.  Carlos Díez nos ayuda con su reflexión a descubrir los desafíos y retos pendientes. Y,  al igual que hicieron los obispos en su carta, también nosotros hemos querido escuchar y dar su palabra a los indígenas; Ernestina López, secretaria de la Comisión Nacional de Pastoral Indígena, nos habla de las semillas del verbo en las culturas mesoamericanas.

 

Guatemala estará inmersa el próximo año, al igual que el resto de las iglesias católicas de América en, en el congreso Misionero americano.  Ya se están haciendo preparativos para que  sea un año misionero, donde la iglesia se revise desde la misión.  Nos parece una bellísima oportunidad de renovar y acentuar la “nueva evangelización con método, expresiones y ardor renovados” Continuando procesos, no partiendo de nuevo desde el principio o de planteamiento que no dan continuidad o que ignoran la realidad indígena del país.  La misión, dicen los obispos en la introducción de su carta, “nos obliga a modificar muchas de nuestras formas de ser iglesia en Guatemala”.